Aquí te dejo un consejo para dejar los nervios y alcanzar el dominio escénico: Los artistas deben diferencias lo que depende de nosotros y lo que no. De nuestra práctica depende la calidad la actuación, pero de nuestra actuación no depende nuestra fama y reputación. Esto incluye factores externos porque la audiencia tiene su perspectiva única. Si como artistas estamos más preocupados por nuestra reputación que por nuestra actuación, ósea los factores externos nos absorben la energía, entonces aparece la ansiedad, los nervios, el pánico escénico. Cuando estamos cantando frente a un maestro, un amigo o incluso solos, todo sale siempre mejor porque usamos toda nuestra energía en lo que si depende de nosotros, cuando aparece la opinión de los demás, rendimos menos. Curiosamente quien está menos interesado en los aplausos y más concentrado en su arte, es el que más aplausos recibe.
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